Noticias a la siesta
"Soy hombre de tierra adentro", sabía decir don Argentino. En esas palabras estaba nombrando su pueblo, el mate siempre aprontado, la mecedora que acunaba su siesta, su radio a transistores, siempre embutida en el bolsillo de la camisa. Cuando contaba 92 años su salud cayó en picada. Pese a su protesta tuvo que aceptar venir a vivir en nuestra casa. Con él se trajo esas cosas que lo acercaban a su tierra. Lo demás lo trajo adentro. Como era un hombre coherente, se fue en mitad de su última siesta, meciéndose en paz. En su radio portátil tal vez pasaban las noticias. La radio de mi abuelo Argentino todavía cuenta historias.
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