Desasosiego
Voy a prescindir esta vez de un intento literario. Hace semanas que no consigo sentarme a escribir. No, no es que no tenga temas, que las musas anden de vacaciones. Sólo me sucede lo que a muchos, a la mayoría quizás. Literalmente no consigo tiempo para sentarme a escribir. Le robo tiempo al trabajo, privo a mi almohada de compañia en estas altas horas, deberían ver la cantidad de papelitos de tamaños, colores y orígenes disímiles en los que anoto frases, palabras, argumentos e improperios con alguna idea que quiere ser literaria. Allí están ahora, frente a mí, se van amontonando. No busco la excusa fácil, no le quito el cuerpo a los deberes, a los de fuera, los mundanos, tampoco a los anímicos, al íntimo motor que ahora mismo me retiene aquí soltando esto que parece una queja lastimera. Simplemente me sucede lo que a vos y él, hay días que son una batalla a muerte con la vida. Sucede que me siento hermanado con este hombre gris que padece y grita. Ferna...