Para jugar sin balón

Como es mas bien poco lo que me preocupan los posibles diagnósticos que a posteriori pueda hacer la veintena de amigos de Psicologia, los dejo ir. Mis manias/juegos, simples mata minutos lúdicos, o atisbos de una mente que deambula el camino a la mas rematada demencia

Uno bastante inofensivo: ir caminando, o montado en mi corcel de metal azabache y cromo, y jugar apuestas: la proxima chapa patente tendrá como resultado de la suma de sus digitos, digamos, diecisiete. La estadistica, cientificamente cotejada durante años de experiencia, nos dirá que siempre será mejor comprometerse con un número mayor a doce (sobre lo nefasto del trece se ha dicho demasiado ya; asimismo de la fortuna que encierra), y menor a 23. Si se desea mayor complejidad, puede adicionarse el uso de la triada de letras precedente a la serie numérica. Por ejemplo, las tres letras seran un presidente argentino y la suma de la cifra nos dara quince (DFS735 es mi vehiculo. En cuanto descubri la abominación que encierra, estuvo a punto de venderlo, pero nadie lo quiso. Solo a un tonto como yo se le ocurre no tomar en cuenta cosas tan obvias) Si uno se aburre, podrá alternar aumentando o disminuyendo la complejidad: aparecerá un vehiculo con tres numeros pares, o todo lo contrario; habrá uno en el que las siglas sean una palabra (propia o foránea): WAR, SOL, DEL, etc.

Otro. Sobre este no sabría decir si está inscrito en algún oscuro gen de una generacion pretérita olvidada. Baste decir que mas de una vez he descubierto (solo por observación, nadie hace mea culpa de cosas vergonzantes) a otras personas fervientemente poseidas por El Juego. Como en el anterior, aqui se requerirá de espacios públicos, en lo posible con alguna concurrencia nutrida, aunque no se recomienda practicarlo, digamos, en la Bombonera luego de un Boca-River. Los resultados podrian comprometer la ulterior integridad física. El juego, friamente analizado, es mas bien estúpido. Uno simplemente busca una victima y concentra todo el poder del que disponga en su mirada y dispara a algún punto vulnerable del que será nuestro trofeo (o no sera nada). Los ensayos de conservadores efectistas daran pautas a seguir tales como concentrarse en el sector deprimido del cuello, es decir, en el nacimiento de la cabellera como punto cuasi infalible de respuesta; habrá quien diga que las orejas tienen la forma que tienen solo pues han sido inventadas para poder hacer realidad El Juego; más aun, si uno tiene la suficiente habilidad y dispara sobre el lóbulo izquierdo, impactará de tal modo que la reverberación hara estremecerse a su dueño (el dueño del lóbulo izquierdo, es claro). Para los mas osados quedará siempre la tentacion de intentar un asalto fulminante concentrando las armas en lo que comunmente se llama "La Cruz" (plexo solar dira el señor cuerdo que nunca falta entre los locos) sector entre los homóplatos que es cuna del tercer Chakra, codiciado por cuanto poeta y amante haya errado este mundo (El idioma sanscrito es por demás apto a la juerga, sino, ¿como se explica un nombre como "Brahmaputra"?) Por cierto, si la víctima gira la cabeza y devuelve la mirada, es victoria. Y Victoria esta seguramente enamorada de uno.

(Tal vez continuará)

Comentarios

Un Poco Rara ha dicho que…
Por favor que continúe!

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