Sorprendeme
“Estoy embarazada”, dijo su novia. Primero, se quedó sin habla. Luego, se enojó con ella. Cuando estuvo más tranquilo, pensó: “Bueno, después de todo, dicen que un bebé es una bendición de dios”. Abrazó a su novia y la llenó de besos.
Tercer mes.
-Estoy embarazada... pero...
-¿Qué?
-Son trillizos.
Se desmayó. Cuando se despertó se hizo ateo.
(Para mi amigo, Hernán)
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