Las Historias de Don Rolo (Capítulo V)
Don Rolo mira a Juan, que me mira casi con desesperación.
Pero la cara de mi amigo se transmuta en ese momento, y torciendo la boca en un gesto picaresco le dice a Juan:
“Mirá si por ser tan poco cuidadoso con tu amiga, ahora se te queda seca una pierna. O te pasa algo peor todavía, mirá si la mina se entera de que estuviste hablando así de ella, y te la deja inservible…” Don Rolo, para fastidio de Juan, rie con tanta fuerza que todo la gente que estaba en el bar se dio vuelta para ver qué pasaba.
Lo que siguió, la prudencia impide reproducirlo.
Pero la cara de mi amigo se transmuta en ese momento, y torciendo la boca en un gesto picaresco le dice a Juan:
“Mirá si por ser tan poco cuidadoso con tu amiga, ahora se te queda seca una pierna. O te pasa algo peor todavía, mirá si la mina se entera de que estuviste hablando así de ella, y te la deja inservible…” Don Rolo, para fastidio de Juan, rie con tanta fuerza que todo la gente que estaba en el bar se dio vuelta para ver qué pasaba.
Lo que siguió, la prudencia impide reproducirlo.
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