Némesis

Mejor, no intentes escribir cuando estas lleno de bronca; no intentes disimular tu encono detrás de las letras: no conseguirás ir más alla de un exiguo insulto. Dejá que la bronca se asiente. Dejá que la rabia destile y purifique. Entonces, cuando estés tranquilo, cuando consigas que las palabras vengan como siempre, amistosas y dóciles, deciles que nombren el coraje de toda tu bronca y enfado, que sean lanza y fiebre, que sean tu Némesis.

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