Sobre lo perdido y lo recobrado (Parte I)
Hace unos días escribí sobre la novela distópica 1984, de George Orwell. La idea inicial, sin embargo, era completamente distinta. No quisiera ponerme ahora en tren místico o trascendental, decir por ejemplo que quién escribe no sabe hacia dónde es que apunta sus cañones, que desconoce qué cosas le van a suceder a sus personajes, si el texto finalmente decidirá por si mismo tomar un tono trágico, cómico o aburridamente insulso, que la “obra” tiene algo así como una voluntad autárquica que corre por fuera de la propia mano que entreteje las frases, que las teclea más bien, para decirlo de modo contemporáneo y globalizado.
Mi texto sobre 1984 distrajo mi intención primera, hablar de otro libro que estimo casi desconocido, “Nosotros”, de Yevgueni Zamiatin. (Eugène para los franceses; Eugen para los alemanes; Eugene para los ingleses; Eukene para los del país vasco; Eugenio, para los amigos) Lo cierto es que alguna gente acusó a Orwell de copiar el argumento de 1984 del libro que el ruso Zamiatin había publicado casi treinta años antes, en 1920. Y creo que tenían bastante razón en lo que decían. Si les interesa conocer un poco más acerca del tema del libro y su autor, pueden pasar por aquí.
“Nosotros” me llegó de un modo completamente casual...
Mi texto sobre 1984 distrajo mi intención primera, hablar de otro libro que estimo casi desconocido, “Nosotros”, de Yevgueni Zamiatin. (Eugène para los franceses; Eugen para los alemanes; Eugene para los ingleses; Eukene para los del país vasco; Eugenio, para los amigos) Lo cierto es que alguna gente acusó a Orwell de copiar el argumento de 1984 del libro que el ruso Zamiatin había publicado casi treinta años antes, en 1920. Y creo que tenían bastante razón en lo que decían. Si les interesa conocer un poco más acerca del tema del libro y su autor, pueden pasar por aquí.
“Nosotros” me llegó de un modo completamente casual...
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